Recordando a Natasha Richardson

Natasha Richardson (izquierda) con su abuela, Rachel Kempson; sobrina, Daisy Bevan; madre, Vanessa Redgrave; y su hermana, Joely Richardson, fotografiadas por Annie Leibovitz en la casa de Natasha Richardson y Liam Neeson en Nueva York, abril de 1998. La imagen apareció en la edición de abril de 2000 de Feria de la vanidad

El hecho de que Natasha Richardson se haya hecho conocida por el público lector de la prensa sensacionalista solo ahora es uno de los muchos aspectos trágicos de su trágica muerte. A lo largo de su carrera, que comenzó a la edad de 4 años, rara vez se bajó de los tableros o más allá de las cámaras en el ámbito de los chismes y las celebridades. En su mayor parte, todo lo que nos permitió ver fueron los papeles que interpretó, desde Ophelia hasta Patty Hearst y Sally Bowles, con una devoción hereditaria a su oficio. En julio de 1998, el año en que Richardson apareció en La trampa de los padres, Una de sus pocas inmersiones en la corriente principal de Hollywood, Annie Leibovitz de Vanity Fair capturó a las mujeres de la dinastía Redgrave: incluida la abuela de Natasha, Rachel Kempson, la madre Vanessa Redgrave, la hermana Joely Richardson y la sobrina Daisy Bevan. La foto fue tomada en la casa de Nueva York que Natasha compartió con su esposo, Liam Neeson. También le sobreviven sus dos hijos, Michéal, de 13 años, y Daniel, de 12.