Los premios nacionales del libro redefinieron la literatura estadounidense en la ceremonia de este año

De izquierda a derecha: Lisa Lucas de la National Book Foundation con los premiados Elizabeth Acevedo, Justin Phillip Reed, Margaret Mitsutani, Jeffrey C. Stewart, Sigrid Nunez y el presentador Nick Offerman.Fotografía de Beowulf Sheehan.

Hubo dos cambios importantes en los Premios Nacionales del Libro de este año, ambos señalando el esfuerzo de la organización por mirar más allá de la frontera de Estados Unidos. Reviviendo una categoría que existió por última vez en 1983, la organización otorgó un premio a la literatura traducida. Y, por primera vez, los no ciudadanos eran elegibles para cualquiera de los premios de la organización, siempre y cuando fueran residentes a largo plazo de los Estados Unidos.

Hubo pocas referencias explícitas a la política en la cena de premiación en Cipriani Wall Street el miércoles: el supuesto muro de Trump, anfitrión Nick Offerman Observe: Chúpate con eso, prohibición musulmana, pero el enfoque internacional de la noche habló mucho del papel de la literatura en los Estados Unidos de Trump. Ganador de poesía Justin Phillip Reed Dicho de la manera más sucinta en su discurso de aceptación: Reconozco la imposibilidad de un libro nacional en estos Estados Unidos. Añadió que la literatura estadounidense es una literatura que siempre hemos empezado a imaginar.

Dos ganadores se beneficiaron de las nuevas reglas este año: autor japonés Yoko Tawada y su traductor Margaret Mitsutani ganó el premio de literatura traducida por su novela El Emisario, y nacido en Chile Isabel Allende, El autor más vendido del mundo que escribe en español, recibió la Medalla por Contribución Distinguida a las Letras Americanas. Aceptar un premio ganado previamente por John Updike y Toni Morrison, Allende, quien se mudó a los Estados Unidos hace unos 30 años, se puso azul en su discurso, provocando más risas que Offerman. Sí, tengo un amante a los 76. Ella dijo simplemente: Es un gran tipo.

Pero también habló sobre el poder de recibir el premio como inmigrante. Significa que, después de todo, tal vez no soy un extraterrestre. . . . Quizás ya no me iré a ningún lado. Cuando la presentó, novelista Luis Alberto Urrea mencionó la amplia idea de Allende de lo que cuenta como Estados Unidos. Dijo, Isabel es consciente de que América se extiende desde Tierra del Fuego al Círculo Polar Ártico.

El premio central de la noche, el Premio Nacional del Libro de Ficción, fue para Sigrid Núñez por su octavo libro, El amigo, una novela conmovedora y penetrante sobre un académico, una relación frustrada y un gran danés muy grande. Núñez, ganadora anterior del premio Whiting Foundation, tiene una larga reputación como escritora y estaba visiblemente encantada al recoger su trofeo de bronce. Escribir libros hace posible lo milagroso, dijo. Esta noche me alegra sentir que soy parte del mundo.

El ganador de no ficción fue a un libro publicado por una prensa académica por primera vez desde 1984. Jeffrey C. Stewart, profesor de la Universidad de California, Santa Bárbara, comenzó a trabajar en su biografía El nuevo negro: la vida de Alain Locke en la década de 1990. En su discurso de aceptación, habló sobre ese largo camino desde la propuesta del libro hasta el producto terminado, admitiendo desde el principio que es un libro pesado, en cuanto a tamaño. Al final, agradeció a Alain Locke, su tema, por su trabajo uniendo artistas y escritores para crear un movimiento que reverberó en las próximas décadas. En palabras de Stewart, Locke creó un nuevo negro para una nueva América.

Acevedo y Núñez comparten un abrazo después de la ceremonia, mientras Mitsutani y Stewart hablan de fondo.

fondo de cobertura del yerno de clinton

Autor debutante Diana Khoi Nguyen lucía radiante con un vestido de bronce que compró en una tienda vintage en San Francisco. Su finalista en la categoría de poesía, Fantasma de fue publicado después de Terrance Hayes lo seleccionó para el Premio del Libro Omnidawn el año pasado. El miércoles, los dos poetas competían por el mismo premio, aunque finalmente fue para Reed por su colección de debut. Indecencia.

que paso con rob y chyna

Nguyen dijo que era surrealista estar en los premios. Descubrí que estaba nominado cuando paseaba a mi perro en Denver, y comencé a recibir una avalancha de mensajes de texto de amigos que decían: '¡Felicitaciones!'. Tenía que ir a casa y buscar en Google para averiguar qué estaba pasando. ella dijo. Era mejor averiguarlo por mis seres queridos.

Las imprentas independientes se robaron la noche; los premios de poesía, no ficción y traducción fueron para libros publicados por uno, y muchos otros nominados también lo fueron. En estos eventos, las personas de las imprentas más pequeñas a menudo se sientan juntas, lo que significaba que dos ganadores del premio estaban en la misma mesa: primero, New Directions Publishing El emisario se anunció, y luego, Coffee House Press's Indecencia. New Directions solo ha ganado un Premio Nacional del Libro antes, en 2006, por Nathaniel Mackey's colección de poemas, Splay Anthem. Sin embargo, como una casa que se centra principalmente en las traducciones, ahora son las mejores en la nueva categoría. Esta es la primera vez que Coffee House Press, con sede en Minneapolis, gana un Premio Nacional del Libro; enviaron a algunos empleados desde sus oficinas centrales en el medio oeste para asistir a la ceremonia.

Como es costumbre, la noche terminó con un baile nocturno en el balcón de Cipriani. Dos veces finalista de ficción Lauren Groff es conocida por cortar una alfombra, y anoche su pequeño hijo siguió los pasos de mamá. Con Vans verdes y un traje elegante, se anunció a sí mismo como un bailarín para estar atento a la próxima generación de letras estadounidenses, dividiéndola en Beyoncé.

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